Reseña del libro de relatos Gomes y Cía, de Antonio Parra Sanz, por Jesús Boluda del Toro
Sinopsis de Gomes y Cía
Crítica de Gomes y Cía
Gomes y Cía. Siete relatos, siete fogonazos de una realidad oscura
Volver a encontrarte con Sergio Gomes es como cruzar un umbral oxidado que da a una oficina sin ventanas. Es volver a un modo de narrar sin alardes. Aquí no hay poses ni artificios: hay mirada, hay tacto, hay oficio. Son casos que dejan marca, miradas que ya han visto demasiado y una ciudad que no es capaz de disimular algunas de sus costuras. En Gomes y Cía, (por aquí os dejo la web de su editorial), Antonio Parra Sanz no ofrece una simple galería de casos, sino un conjunto de relatos que parten del desencanto, pero no caen en el cinismo. Siete historias que no buscan impresionar, sino incomodar. No para provocar, sino para revelar.
Gomes: el detective sin método, pero con principios
El detective Sergio Gomes no responde al arquetipo clásico. No es brillante ni metódico, al menos de cara al lector. No lo mueve el afán de justicia ni una voluntad reformista. Lo mueve el deber, o quizás el hábito. Se mantiene en pie porque todavía no ha aprendido a hacer otra cosa.
Antonio Parra tampoco lo envuelve en épica. Lo dibuja con un trazo contenido, casi en sordina. No hay monólogos interiores ni revelaciones redentoras. Gomes observa, calcula, a veces se arriesga. Tiene una manera de estar en el mundo que no exige protagonismo. Su fuerza está en la persistencia, en esa obstinación callada del que ha asumido que no va a cambiar las cosas, pero sigue dispuesto a mirar de frente.
No hay psicología explicativa, y se agradece. El personaje se impone desde la acción. No necesita justificarse. No evoluciona, tampoco se quiebra. Lo que hace es resistir. Y, en ese gesto, el lector encuentra una forma de dignidad poco frecuente en los relatos del género.
Cartagena no es escenario, es personaje principal
La ciudad que atraviesa Gomes no es un decorado. Es un cuerpo curtido, con cicatrices. Es un personaje más. Lugares que hacen dudar al cartagenero de toda la vida si son reales o inventadas. Olor a salitre entre las páginas, esquinas sin nombre, portales que guardan más secretos que buzones. Cartagena aparece en estos relatos como un personaje más, con su dignidad, su ironía de barrio y su crudeza sin filtro. Y en esa realidad agrisada radica su fuerza literaria.
Cada relato es una excusa para asomarse al abismo cotidiano: un caso de celos, un encargo con trampa, una deuda que alguien decidió saldar por su cuenta. Pero el verdadero núcleo no es el caso, sino la mirada. Y Gomes —ese detective que ya no se sorprende de nada, pero no ha dejado de indignarse— es el filtro perfecto para mirar lo que otros no quieren ver.
Siete historias, una sola pulsión: resistir
Si nos ponemos formales para escribir sobre el contenido, Gomes y Cía. se articula como un volumen de relatos, pero lo que vertebra el conjunto es la persistencia del personaje. Gomes no cambia. Y ese punto es la piedra angular. No se transforma ni evoluciona como dicta el manual. Resiste, se desgasta, pero no cede. Esa tozudez ética —que no necesita discursos ni pancartas— convierte cada historia en una pequeña victoria contra la enormidad que parece envolverlo y controlarlo todo.
La prosa de Antonio Parra renuncia a cualquier tipo de fuegos de artificio. Es directa, seca, precisa. Cada frase está escrita con el derecho a estar ahí. No hay adornos innecesarios. Hay ritmo, oído y una contención admirable. Parra sabe cuándo cortar una escena, cuándo dejar un diálogo colgando, cuándo poner el punto final y alejarse sin mirar atrás.
Personajes que importan aunque solo aparezcan una vez
A Gomes lo acompañan, en cada historia, figuras que a veces no llegan ni a la siguiente página, pero que se quedan en la memoria. Desde la forense Silvia Férez —único faro emocional del protagonista— hasta jueces, policías o simples ciudadanos que traen su propio dilema a cuestas. No hay secundarios de cartón: todos arrastran su parte de sombra, todos tienen una grieta desde la que se les puede mirar.
Parra se permite incluso guiños al lector avezado, introduciendo personajes inspirados en amigos, colegas de profesión o autores del gremio, sin que eso reste densidad ni seriedad al conjunto. Al contrario: humaniza el proceso. Juega, pero no trivializa.
Una despedida sin redención
Gomes y Cía es una obra donde no hay moraleja ni redención. Lo que propone es una lectura que raspa, que obliga a detenerse, a asumir que detrás de cada relato hay una incomodidad larvada, una fisura que no cierra. Los casos terminan, pero la pregunta persiste. No hay trampa emocional ni cierre catártico: solo un silencio que se queda pegado al pensamiento. Es un libro que puede llegar a incomodar al mismo tiempo que su lectura reconforta por la calidad. Parra logra la misión del que planta sus relatos como quien deja una nota bajo la puerta. Leerlo es como escuchar una confidencia a media voz, justo antes de que se marche el último tren.
Leer a Sergio Gomes no te va a resolver la vida. Pero puede ayudarte a entenderla con otra luz, desde el margen. Y eso, hoy en día, es ya una forma de consuelo.
Datos de Gomes y Cía
- Título: Gomes y Cía
- Autor: Antonio Parra Sanz
- Editorial: M.A.R. Editor
- Año: 2025
- Género: Relatos
- Páginas: 168 páginas
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