Literatura y ambición
Cuando
en una novela se toca el tema de la corrupción literaria, más de uno debería
echarse a temblar, por si lo que se cuenta, por disparatado que pueda parecer,
tuviera visos de realidad. Por supuesto, hay otra opción, mucho más sana,
especialmente para todo aquel escritor que no tenga miseria alguna que
esconder, y esa opción consiste en sentarse, leer y disfrutar de la historia,
de la elocuencia con la que está contada, de un estilo cuidado de quien analiza
muy bien cada palabra antes de fijarla escrita, y disfrutar también de un
estilo firme, con objetivos muy claros, entre los cuales está el propio amor
por la literatura.
Lo
demás serán boas de plumas, razones superfluas, curiosidades de un título que
luego comprobamos lo bien justificado que está. Pero lo verdaderamente
importante es el trabajo que ha hecho Paz Castelló, poniendo ante nuestras
narices a tres personajes muy bien perfilados, cuyas almas incluso nos entrega
para que los conozcamos de manera muy profunda. Lo que hace esta autora es
armar una novela con el material más sólido posible, el de la naturaleza
humana, con todas sus virtudes y miserias, las mismas que atesoran Mauro
Santos, Olvido Valle y Germán Latorre, alguno con más miserias que virtudes,
aunque debe quedarle al lector la labor de averiguar quién de ellos es y hasta
dónde se puede inclinar la balanza del bien y del mal, de la ética o la falta
de ella.
Un
escritor indeciso que se encuentra con el triunfo y le vende, por dos veces, su
alma literaria al mismísimo diablo. Un diablo que no sólo compra dos veces
dicha alma, sino que ya cree poseerla a perpetuidad mientras disfruta de la
fama televisiva. Una mujer un tanto perdida, madre de una hija encantadora, que
sobrevive como puede tanto a la crisis económica como a la de su corazón. Y un
loro disparatado, y una vidente seria, y un periodista lacayuno, y un programa
de televisión en el que mostrar el talento literario. En suma, una atmósfera
que invita a la curiosidad y la lectura, y que atrapará al lector en cuanto
éste se descuide.
Para
saber qué ocurrirá después, para conocer si la ética, o el amor, o la venganza,
o las miserias logran triunfar hay que seguir leyendo. Paz Castelló ha creado
una novela muy viva, con una sátira brutal sobre el éxito y la televisión, y
con una reflexión sobre la trastienda de la literatura que todo el mundo
debería conocer, y encima lo ha hecho escribiendo muy bien. Poco más se puede
pedir.
Mi nombre escrito en la taza de un váter. Paz Castelló.
Umbriel. Barcelona
2017. 284 págs. 16’50
euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 13/5/2017)
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