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miércoles, 29 de mayo de 2013

DOCE LUNAS - ROSA HUERTAS

DOCE LUNAS

ROSA HUERTAS
LOS HÉROES SON MENTIRA

1)    ¿Qué atrajo más la curiosidad de Rosa Huertas, esta guerra casi olvidada de Ifni, o la historia que adivinaba en las palabras de su padre?
          Ambas situaciones. Todas las novelas nacen de un pequeño embrión y al principio nunca sabes si aquello que tienes necesidad de contar llegará a convertirse en un relato, o dará para poco. Esta novela empezó en un hospital de Cartagena una tarde de julio en la que mi padre padecía un estado febril. Empezó a hablar y yo pensaba que eran delirios provocados por la fiebre. Se puso a contarme una historia de unos paracaidistas que murieron en una emboscada en Ifni. Yo sabía que mi padre había estado en la guerra de Ifni, pero no sabía mucho más. Casi nadie sabe qué guerra es ésa. A los mayores de 50, con suerte, les suena. A la gente más joven no le suena de nada. Necesitaba saber por qué le obsesionaba ese suceso a mi padre y también qué ocurrió en aquella guerra olvidada.


2) ¿Cómo se transforma la memoria privada y familiar en argumento público y novelado? ¿Es fácil exponer así al mundo un suceso tan íntimo?
Nunca pensé que sería capaz de escribir unos hechos tan personales, el pudor se trasforma y desaparece cuando la escritura se convierte en una forma de salvación. Fue mi manera de sobrellevar el dolor y a mi padre también le sirvió, en parte, para mantener la mente ocupada.

3) Los héroes son mentira aparece como novela juvenil, aunque su fuerza trascienda las clasificaciones genéricas, ¿se han reunido en ella tres generaciones?, ¿hasta qué punto ha contribuido su hijo en la génesis de esta novela?
Él ha colaborado algo menos de lo que se cuenta en la novela, pero me arropó en unos momentos difíciles, se portó como una persona muy madura a  pesar de que tenía 16 años escasos. También me ayudó con las tecnologías y las redes sociales, algo en lo que está más preparado que yo.

4) De la lectura de la novela se desprende que hubo una especie de hermandad entre quienes estuvieron en Ifni, ¿es eso cierto?, ¿ha conocido Rosa Huertas más historias derivadas de aquella guerra?
Así parecía por los recuerdos de mi padre. Hay varias asociaciones de veteranos de Ifni con las que he contactado que mantienen viva la memoria de los que sufrieron aquella guerra absurda.

5) ¿Cómo asimiló su padre el desconocimiento de la guerra de Ifni en la península? ¿Cómo juzgaría ahora ese hecho Rosa Huertas, dejando a un lado lo personal?
Creo que para él fue traumático el hecho de que nadie hablase sobre ello, aseguraba que en toda su carrera militar jamás había vuelto a oír hablar de aquella guerra. Y él la sufrió con toda su crudeza.

6) ¿Qué significaron para usted los jilgueros que menciona en la novela?
Me pareció una imagen hermosísima: los pájaros saliendo sus jaulas cuando los soldados regresaron a casa después de la guerra. Simbolizan la libertad, después de los meses de angustia en la trinchera.

7) Hay un cariño especial hacia el personaje de Pelargón pero, ¿hay algún otro personaje que haya fascinado a Rosa Huertas, de entre todos los que compartieron las vivencias de Ifni con su padre?
He llegado a encariñarme de verdad con todos ellos, con los reales y con los de ficción. El asistente de mi padre, Pelargón, me parece entrañable. Pero también el Vendas (estudiante de medicina que reniega de la guerra), el impulsivo Pichabrava o el enamorado Billy el Niño. Sobre todos, el personaje del teniente que encarna mi padre.


8) En esta novela hay dos versiones de la valentía, la oficial y la real, ¿qué es para Rosa Huertas el heroísmo?
Es enfrenarse a la realidad con lo que se tiene sin desfallecer, es pensar también en el compañero y en los que están alrededor. Es plantarle cara a la adversidad, ya sea una guerra o una enfermedad.

9) Tengo entendido que lanzó más de un “mensaje en una botella” para cerrar esta novela, buscando nombres y personas del pasado, ¿ha querido el destino que alguno de esos mensajes recibiera alguna respuesta?
Casi todas las semanas me llegan mensajes de personas relacionadas con Ifni, y es asombroso cómo se ven identificadas con lo que se narra en el libro. Sigo buscando a los protagonistas de aquella guerra y seguro que aparecerán más.

10) Volviendo a la relación padre-hija, uno de los motores de la obra, ¿qué supuso esta novela en la relación de Rosa Huertas con su padre?
         Sobre todo nos sirvió para encontrarnos, descubrí que a mi padre no le gustaban las guerras. Sus palabras textuales fueron: “Las guerras son malas para el que las gana y para el que las pierde; el que las gana pierde también a sus muertos”. Me sorprendió su visión crítica de la guerra, de la actitud de Franco y los superiores militares, de la actitud de los diversos gobiernos de este país con respecto al tema de Marruecos y del Sahara. Y descubrí de quién he heredado el gusto por narrar, por contar historias, descubrí que coincidíamos en ello, descubrí su sentido de la justicia y del valor, su sentido del deber y su espíritu crítico.

11) En todas sus novelas hay una conexión entre un tiempo pasado y el presente, ¿facilitó eso las cosas a la hora de escribir una historia tan personal como ésta?

Supongo que sí, es cierto que disfruto escribiendo historias que se mueven en dos planos temporales. Me divierte mucho investigar hechos y personajes históricos para las novelas y muchas veces descubro situaciones que me ofrecen vías nuevas en el relato.

12) ¿Qué les diría Rosa Huertas a todos los lectores que aún no se han adentrado en la memoria del teniente Huertas, cómo les animaría a leer esta novela?

          Les diría que es una historia emotiva e intensa de amistad, de compañerismo, de amor, de lucha contra los elementos, de lealtad, de derrotas, de descubrimientos, de amor filial con la que lectores de tres generaciones se pueden sentir identificados. 









sábado, 25 de mayo de 2013

LIQUIDACIÓN POR REFORMAS - GINÉS ANIORTE

Tinta enamorada

      Pasa revista en estas páginas Ginés Aniorte tanto a su vida como a su producción poética, y lo hace empleando un guiño ya en el mismo título, esa liquidación por reformas le sirve para recoger algunos poemas que en su momento quedaron fuera de otros libros, y para mencionar el tiempo y la edad, cuando se llega a ese punto de la vida en el que a veces hay que reformar y sacar el interior de uno mismo, aireándolo y ofreciéndolo en un mercadillo de vivencias, dejando así hueco para los años que restan por vivir.

       Ese tiempo que el poeta ve como un monstruo que amenaza con devorarle, sólo puede combatirse con la palabra que destila la pluma para luchar contra la barbarie. Esa palabra se convierte en guía de este viaje interior, porque ‘la aventura jamás se encuentra fuera de uno mismo’, y esa misma palabra es la que le sirve al poeta para conversar con el lector, convirtiéndose en un buen amigo con el que compartir confidencias, reflexiones e incluso hechos vividos.

      En este medio centenar de poemas no sólo está Ginés Aniorte, estamos todos los hombres, puesto que aborda los temas capitales de la existencia, desde la explosión científica que explica el amor en ‘Cosmogonía’, al desafío que se le hace a la muerte en ‘Insolencia’, en el que los versos burlones juegan a tomarle el pelo a la parca. Sin olvidar un tema que suele ser muy habitual en la poesía de la memoria, el recuerdo del padre que se aprecia en ‘Paralelismo’, aunque los hijos sean aquí los libros que ha escrito para perpetuar su estirpe. No faltan tampoco poemas en los que jugar con las prisas y desatenciones que nos provoca el ritmo actual de vida, o incluso con la religión, aunque la verdadera religión del poeta la constituyen las palabras y la tinta de sus versos, una tinta, a fin de cuentas, que seguirá estando enamorada de la vida.

Liquidación por reformas. Ginés Aniorte.
Editorial: Renacimiento. Sevilla 2013. 157 páginas.
(LA VERDAD, ABABOL, 25/5/2013)

LA PUERTA ENTREABIERTA - FERNANDA KUBBS

      Abre Cristina Fernández Cubas el pórtico de lo ultramundano con esta novela en la que la joven periodista Isa se ve atrapada en la bola cristalina de la Gran Demirovska, y se extiende por esa otra dimensión buscando la compañía del lector. Como suele ocurrir con los llamamientos del supuesto más allá, a veces lo que se consigue es un simple encogimiento de hombros, por mucho que las páginas derrochen la buena voluntad de invitarnos a pasar al otro lado. Acaso lo mejor de la novela sean las historias intercaladas que escucha la joven cautiva.

La puerta entreabierta. Fernanda Kubbs.
Editorial: Tusquets. Barcelona, 2013. 221 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 25/5/2013)

lunes, 20 de mayo de 2013

LOS HÉROES SON MENTIRA - ROSA HUERTAS


La grandeza de los anónimos


            No hay muchas maneras de enfrentarse a la muerte de un ser querido, de llenar el hueco dejado por un padre, y Rosa Huertas ha construido esta magnífica novela como medio para intentar conseguirlo. Los últimos tiempos de su progenitor fueron propicios para las confidencias, con el tácito ruego de que la hija escritora pusiera negro sobre blanco los episodios que aquel teniente tuvo que vivir en el páramo perdido de Ifni.

Cada silencio que rompía aquel hombre reservado era una mano tendida hacia su hija, que supo concederle el tiempo necesario para desempolvar los desvanes de la memoria. Además, la autora madrileña se convirtió también en un puente, uniendo la generación precedente con la posterior, implicando a su hijo en la búsqueda de quienes compartieron campaña con su abuelo, y a quienes él sólo nombraba por sus apodos.

Así, y alternando con soltura las dos voces narrativas, ante el lector surgen las figuras de Pelargón, ayudante del teniente, o del sargento Pichabrava, quintaesencia del militarote patrio. Pero sobre todo se abren paso las brumas de la más olvidada de las guerras españolas, la de Ifni, que a mediados de los cincuenta recibió el ninguneo de una sociedad que no quería ver morir a los soldados españoles defendiendo un desierto infame.

No hay héroes oficiales, sobre todo cuando la superioridad los abandona, cuando el armamento se cae a pedazos, y cuando el fuego amigo es el principal peligro. Entonces sólo queda obedecer, o dejar que el corazón encuentre un resquicio entre las ordenanzas. Eso es lo que buscó Rosa Huertas, y se topó con la emocionada grandeza de los anónimos, los mismos que supieron reconocer el honor sin alharacas, que liberaron a los gorriones de sus jaulas antes de volver a España, los mismos que, entre el infierno de arena y balas, supieron estar a la verdadera altura, y no precisamente a la que marcaban sus superiores.

Los héroes son mentira. Rosa Huertas.
Editorial: Edelvives. Zaragoza 2013. 230 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL" (18/5/2013)

NADIE QUIERE SABER - ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT


    Reabrir un viejo caso tiene como riesgo franquearle la puerta a los fantasmas, ya sean de la Camorra italiana o privados, por eso esta entrega se le ha hecho un tanto ardua tanto a la inspectora Delicado como al subinspector Garzón. En cambio, los lectores de Alicia Giménez Bartlett hemos disfrutado como nunca, porque la madurez de ambos va de la mano con la maestría de su autora, que los ha llevado a caballo entre Barcelona y Roma, pero también entre los pliegues de su amistad y de sus respectivas vidas de pareja.

Nadie quiere saber. Alicia Giménez Bartlett.
Editorial: Destino. Barcelona 2013. 417 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 18/5/2013)