PISTO A LA BILBAINA, de José Francisco Alonso, por Antonio Parra
Título
Pisto a la bilbaína
Datos publicación
Cosecha Negra Ediciones. Huelva 2021. 299 págs.
Datos del autor
JOSÉ FRANCISCO ALONSO (Bilbao 1968). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Deusto. Trabaja como Profesor de Filosofía en la ciudad de Valladolid. Amante de la buena mesa y la mejor conversación, preocupado por el devenir del mundo actual y crítico por deformación. Necesitado de contar historias. Admira la novela negra mediterránea de Andrea Camilleri y Petros Márkaris. Pisto a la bilbaína es su primera novela publicada.
Sinopsis de la obra
Begoña Letxea despierta secuestrada en un cuarto de un edificio cualquiera de Bilbao. Su marido, un importante arquitecto de la ciudad, recibe una llamada: tres millones de euros por la libertad de su esposa con una única condición, no puede intervenir la policía. Román, subinspector de la Ertzaintza acude a su amigo, el profesor Loizaga, para que lo ayude en la investigación. Pero el marido descubre que Begoña tiene un amante. ¿Pagará el arquitecto el dinero para liberar a su esposa?
El profesor hace un recorrido por las calles, tabernas y lugares más emblemáticos de la ciudad bilbaína, donde intentará poner nombre y rostro a la persona que se esconde tras el secuestro de Begoña Letxea y tras la misteriosa muerte del hombre hallado junto al puente del Arenal. Una historia de misterios y de buen comer, de complots y de intrigas que transcurren por las calles de una ciudad bilbaína que será testigo mudo de las andanzas del profesor Loizaga.
Reseña
Una voz impactante
Se agradece que de cuando en cuando surjan en el género voces nuevas, voces que aporten algo fresco y diferente a unas tramas y situaciones que parecemos estar agotando entre todos. Y es que, si miramos bien, cuesta trabajo hallar una historia muy novedosa. Ya sabemos que los mimbres del crimen son los que son y entre ellos hay que moverse, por eso es de celebrar la actitud de autores como José Francisco Alonso, que nos acaba de regalar el primer caso del profesor Loizaga.
Ya el hecho de que Loizaga sea un profesor de instituto, y encima de Filosofía, que colabora con la Ertzaina, no deja de tener su gracia, pero es que además la voz de este personaje, y por ende la de su autor, es muy especial tanto en sus diálogos como en sus pensamientos y formas de sentir, y eso nos llega de la mano de un narrador que circula por la novela con la misma frescura que debe respirarse en una noche bilbaína.
Porque Bilbao está muy presente ya desde el título, como marco y como ambiente vivo y latente, en el que lo mismo secuestran a la mujer de un arquitecto como arrojan un millón de euros desde uno de sus puentes o nos sientan a la mesa de una de esas sociedades gastronómicas de agradecido paladar. Y es que además, la guinda de la trama, con sus muertes, desapariciones, corruptelas, secretos y algún que otro enfrentamiento policial, la pone la comida, la mano gourmet (y cocinera) del propio Loizaga, que nos arranca exclamaciones de envidia cada vez que “txikitea” por el casco antiguo, junto a su inseparable Román.
Como saben, eso de la gastronomía en la novela negra tampoco es nuevo. ¿Y entonces, si no hay nada nuevo en la novela, qué la hace tan atractiva? Pues la mezcla de esos elementos, su punto de humor y sátira, y, como ya se ha dicho, la voz narrativa, especial, fresca, con desparpajo, capaz de reflejar por igual a un jesuita, un empresario o un obrero, mostrando incluso los giros del habla coloquial. Ese es el sobresaliente valor de esta obra.
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