LA VIDA ALEGRE
El
gonococo cruel le costaba el cargo a un ministro de Sanidad mientras Antonio
Resines, Verónica Forqué y Ana Obregón revoloteaban sobre la movida madrileña.
Eran otros tiempos más ligeros y despreocupados, y como tales los contaba
Fernando Colomo en una comedia sin demasiadas pretensiones más. Hoy el cuento
ha cambiado mucho, sobre todo en lo que se refiere al sexo y la política, dos
polos que ahora parecen antagónicos y que en otros tiempos estuvieron más que
próximos.
Por
suerte, ha llegado Madonna para alegrar un poco el panorama y ofrecer, a los
votantes de Hillary Clinton, ciertos trabajos bucales a cambio de su voto, que
digo yo que tampoco le habrá hecho la iniciativa mucha gracia a la Clinton,
teniendo en su expediente marital la mancha aquella de Mónica Lewinsky, pero
supongo que el tiempo lo cura, y lo lava, casi todo. Entre la ambición rubia y
Robert de Niro amenazando con romperle la cara le están dando a Donald Trump el
final de la campaña presidencial, así no es de extrañar que el hombre del
pelazo haya manifestado que sólo acatará el resultado de las urnas si sale
vencedor. Democracia pura, vamos. ¿Tendrá algo que ver el hecho de que sea un
catalán el que le dirige la campaña…?
Américas
aparte, igual ha llegado el momento de importar sus técnicas de propaganda por
si nos vemos abocados a unos terceros comicios. Me han dicho las malas lenguas
(cuáles si no) que Norma Duval y Bertín Osborne estarían dispuestos a ofrecer
ciertos servicios por la bancada de la gaviota, así que ganarán otra vez,
porque en el bando de la rosa cuentan con Ana Belén y Joaquín Sabina, y claro,
la cosa está un tanto desequilibrada. De los partidos emergentes no ha habido,
de momento, noticia alguna.
Está
claro que la política ha perdido su sex appeal, los candidatos ya no son lo que
eran, y las candidatas tampoco, tengo para mí que el atractivo político es
inversamente proporcional a ciertas actividades amatorias. A ver si va a ser
por eso por lo que no llegan a un acuerdo, porque no f…, digo porque no
practican. Ya tendría mucho delito, porque son demasiados meses a palo seco, la
verdad, como para seguir sin llegar a un acuerdo, de un tipo o del otro.
Y uno
mira las listas electorales y se descorazona mucho, porque aptitudes para
trincar ya hemos visto de sobra y de todos los colores, pero aptitudes
estéticas, la verdad es que poquitas. A ver si al final la razón de que hayan
puesto a Pedro Sánchez de patitas en la calle era por ser el único buenorro del
panorama. En fin, que la erótica del poder está de capa muy caída.