Divinos cuentos diabólicos
Por
lo general, la aparición de un volumen de relatos suele ser un motivo de
alegría, sobre todo en un país en el que al cuento no termina de reconocérsele
el hueco que se ha ganado entre los géneros literarios. Pero si ese volumen
viene compuesto por las historias trabajadas y redondas de un escritor como
Manuel Ortuño, la alegría se convierte también en satisfacción, porque el
lector podrá entregarse al paladeo de la buena calidad que atesora una prosa
capaz de lo más lírico y lo más duro al mismo tiempo.
Además,
y atendiendo también a las almas más inquietas, juguetonas y fantasiosas, este
autor gaditano radicado en Cartagena duplica las posibilidades, puesto que su
libro en realidad son dos, incluso físicamente. Por un lado, Magna realitatis recoge diecisiete
relatos que podríamos catalogar como verosímiles. Pero con un simple giro de
muñeca, hay un reservado en el volumen, Absurdia
magis, en el que aguardan siete perlas narrativas en las que el humor, el
surrealismo y el absurdo son los dueños absolutos de sus páginas, como si
Manuel Ortuño hubiera convocado, de una tacada, a Julio Cortázar y a Woody
Allen, y se hubiera puesto a la faena de hacerlos escribir juntos.
Merece
la pena, y mucho, leer estos relatos, encontrarse con una mujer que se enamora
en el paredón del hombre que la va a fusilar, o con el joven inválido que puede
mover objetos con la mente, o con el sicario que deviene héroe, e incluso con
el escritor cautivado por la voz de América, la secretaria de su editorial, sin
olvidarnos de una esposa que merecerá una muerte de lo más peculiar. Pero
también le aguardan al lector las carcajadas de un partido de fútbol que dura
décadas, o los entresijos generacionales de los primeros dadadístas, los cursos
de swahili, y hasta los escondites de Dios tras curiosas cajas de galletas.
Háganme caso, huyan de la indiferencia y disfruten de este libro.
Relatos desde ambos lados. Manuel Ortuño.
Editorial Ruiz de Aloza. Granada
2013. 296 páginas. 12’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 14/12/2013)
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