INTRIGA
Y VÉRTIGO
El
médico Jerome Blanchard nunca logrará olvidar el día en el que el destino le
puso ante la sombra de La Gioconda, ni tampoco el momento en el que presenció
el atropello de Sebatian Drioton, conservador del Museo del Louvre, así como
las últimas palabras que éste le dedicó. A partir de esta situación, de ese
punto de arranque, Fernando Da Casa construye una trama enrevesada y adictiva,
en la que la obra de Leonardo, por razones tan obvias como el propio título de
la novela, se convierte en protagonista de la misma.
Misterios,
secretos, sociedades ocultas, el famoso y enigmático robo del cuadro ocurrido
en 1913, la posibilidad de que existan réplicas repartidas por medio mundo, y
una mujer, Viviana Caprese, absolutamente perturbadora y que hará desconfiar
hasta al lector más bienintencionado. Dicho con otras palabras, una intriga que
se va enroscando sobre sí misma y que irá saltando de París a Nimes, a varios
rincones del mundo y que incluso se permitirá el lujo de finalizar en
Cartagena, rememorando el encuentro que Alfonso XIII y el presidente francés
Poincaré mantuvieron en la ciudad portuaria hace ya más de cien años.
Jerome
Blanchard es un hombre un tanto melindroso, aunque aquí se revelará como
alguien capaz de soportar embates de la más diversa y amplia calaña. Las
muertes las distribuye Fernando Da Casa a veces como quien reparte cartas
marcadas, como si jugara con el lector a un bacarrá maligno, sorpresas
incluidas. Y no es lo único que hace, sino que también muestra un detallado conocimiento
de los detalles de la vida del cuadro más famoso del mundo, aunque a veces con
ello corra el riesgo de ralentizar un tanto la trama.
En
cualquier caso, una perspectiva diferente de la obra de Leonardo que, quién
sabe, después de esta novela tal vez no vuelva a ser contemplada con los mismos
ojos en su pequeño rincón parisino del Louvre.
LA
GIOCONDA ES FALSA.
Fernando da Casa.
Libros.com. 2016. 405 páginas.
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